La clasificación arancelaria es crucial para mantener operaciones de comercio exterior exitosas. Gracias a ellas, es posible llevar un buen control del mercado internacional y asignar las modificaciones pertinentes en cuanto a los costos de los aranceles.
Debido a su importancia, no es de sorprender que las aduanas sean muy estrictas al revisarla. Es de vital importancia llevar a cabo las clasificaciones con el mayor cuidado, de lo contrario, un pequeño error podría generar consecuencias legales y financieras graves.
A continuación, te explicaremos qué es la clasificación arancelaria y cuáles son las consecuencias de no registrarla correctamente. También te daremos algunos consejos para realizar esta actividad sin temor a cometer errores en el proceso.
La clasificación arancelaria implica la asignación de un código numérico a las mercancías de importación y exportación. Las pautas fueron establecidas por la Organización Mundial de Aduanas con el propósito de regular impuestos, obligaciones y derechos.
El intercambio de bienes y servicios es más seguro gracias a las clasificaciones, ya que los gobiernos y empresas pueden tener mayor control de lo que entra y sale. De igual forma, permite establecer impuestos (aranceles) justos de acuerdo a la mercancía a comerciar.
Los
códigos se llaman
fracción arancelaria y su objetivo es clasificar las regulaciones arancelarias y no arancelarias de los productos. Es decir, sirven para identificar el tipo de impuesto, ya que los pagos y declaraciones varían de acuerdo a las mercancías.
En México, la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación incluye dos artículos sobre la clasificación arancelaria: la Tarifa de los Impuestos Generales de Importación/Exportación y las Reglas Generales como complementarias para su aplicación.
De acuerdo a esta ley, las fracciones arancelarias se componen por ocho dígitos: los primeros dos pertenecen al Sistema Armonizado de la OMA, tres y cuatro a la partida arancelaria, cinco y seis a la subpartida y los últimos las formas locales de México.
Realizar una clasificación arancelaria incorrecta puede llevar a problemas legales y fiscales muy serios. Los errores al realizar las clasificaciones de los productos se sancionan con multas, que pueden ir desde el 10%, hasta el 150% del valor total de la mercancía.
Las aduanas detectan la clasificación incorrecta como omisión de
impuestos. Cuando notan giros extraños, mandan un oficio a los importadores para informarles de la situación, a partir de ahí, los involucrados tienen 10 días para responder según les corresponda.
La revisión de las mercancías puede ocurrir en dos posibles escenarios: mediante una auditoría o un reconocimiento aduanero. En ambos casos se revisan los productos para verificar si existen errores o no en la clasificación arancelaria.
Si las aduanas determinan que hay errores en las numeraciones y, por tanto, se evadieron impuestos, entonces los involucrados deberán pagar una multa de acuerdo a la Ley Aduanera: esta puede ir desde 2,000.00 hasta 3,000.00 pesos por cada pedimento.
¡La suma total podría llegar hasta más de un millón de pesos!
Antes de aventurarse a realizar cualquier actividad, lo primero es conocer a detalle el sistema. Identifica la clasificación arancelaria del Sistema Armonizado de Designación y Codificación de Mercancías de la Organización Mundial de Aduanas.
También es importante que conozcas las
regulaciones internas del país, como las clasificaciones no arancelarias establecidas por la Norma Oficial Mexicana (NOM), la Ley Aduanera y las regulaciones del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Asegúrate de llenar correctamente todos los formularios y sigue al pie de la letra los procedimientos de las autoridades correspondientes. Es muy importante que no falsifiques, ni agregues datos inexistentes, toda la información debe ser comprobable.
Consulta la clasificación aduanal para asegurarte que las fracciones fueron asignadas de forma correcta. Si tienes problemas para identificar los códigos, pide la
asesoría de un consultor aduanal, los expertos en la materia te ayudarán a realizar las operaciones.
Debes saber que todos los contribuyentes tienen derecho a pedir una asesoría al Servicio de Administración Tributaria (SAT) para educarse acerca de las fracciones arancelarias; ofrecen consultas sobre clasificaciones confusas y mercancía difícil de identificar.
Es obligatorio utilizar candados oficiales en los vehículos o contenedores para exportar e importar mercancía, estos también poseen códigos de identificación para detectarlos. Ten cuidado con la mercancía a transportar, lo que en un país puede ser legal, en otro no.
Por último, mantén actualizado tu registro y control de mercancías. Es normal que los protocolos cambien conforme a las nuevas leyes y tratados comerciales, revisa periódicamente la parte legal para evitar errores.
En resumen, la clasificación arancelaria agiliza procesos de comercio exterior y asegura la aplicación correcta de aranceles. Realizar los registros con precisión es básico, de lo contrario las empresas tendrán que enfrentarse a consecuencias legales graves.
Para evitar complicaciones, es necesario conocer muy bien el sistema arancelario internacional, cumplir con las normativas locales y mantenerse actualizado.
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